Ridículo y patético me tenías, un día paso lo inexplicable al cambiar los roles en nuestras vidas, en donde los domingos me parecía a ti, cambiando sin advertencia alguna, creyendo que nos conocíamos tan bien.
Un día soy tú, otro día eras yo y los zapatos a pesar que nos molestaban, no los podíamos cambiar, ¿en verdad la vida nos ha puesto aquí?, sé quien soy, pero ¿Quién eres tú?, no te veo como antes, eres como Alicia a través del espejo, nada parece tan claro.
¡Gracias! Por encender esa luz, ¡Gracias! Ahora dime quién es el parasito, las cosas cambian con el paso del tiempo y al día de hoy pareciera que nunca nos conocimos.
Es terrible el no saber cuando dejamos de querernos y solo quedarnos con lo que fue…
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