Todo inicio en una velada, las luces apagadas, la luna entrando por la ventana y el esplendor de tu desnudez caminando por la sala, ¿qué es lo que querías?, una copa de vino, una bocanada y el calor de la noche.
Pasaban los días, el tiempo caminaba y no escuchaba una sola llamada, promesas y más promesas eran al parecer aquellas palabras, un domingo en un tren partiendo al sur, solo quedo el dulce aroma en mi cama.
Un adiós de todo aquello que fue, de las mentiras que desgarraron el deseo, los besos por vivir un sueño, cierro los ojos y me quedo en ese momento, plasmado entre sabanas, sin poder moverme, me volteo y ya no es más tu cuerpo…
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