El mirar tus ojos, el esperar a que te deslices en mi cama, poderte tomar de la mano, suspirar y sentir que estoy vivo, ¿Dónde estás?, me lo pregunto millones de veces, pero la respuesta nunca llega, cierro el holocausto de mi mente y de pronto apareces, ahí sentada, me lanzas una mirada y los recuerdos regresan, me acerco a ti y desapareces como el humo aterrador de aquella mañana, sigo preguntándome ¿algún día volverás?...